Prefacio

Autores/as

  • General Roméo Dallaire

DOI:

https://doi.org/10.15273/allons-y.v7i0.11713

Resumen

Las crecientes complejidades de los conflictos modernos están generando nuevas ambigüedades en el ámbito moral, las que se ven intensificadas por una mayor participación de niños. El reclutamiento y uso de niños en conflictos armados es deleznable pero, aàºn asà­, esta grave violación a los derechos de los niños persiste año tras año. Con los avances tecnológicos, los niños se ven obligados a desempeñar aàºn más roles, a menudo glorificados como servicio a la patria. A medida que aumenta el nàºmero de niños expuestos al caos del conflicto armado y que, además, se crà­an en el contexto de conflictos generacionales, la violencia se vuelve la norma y se reducen las oportunidades de generar una paz duradera. Como adultos, somos responsables de evitar que los niños sean utilizados como herramientas de guerra. Tenemos la obligación moral y ética de cuestionar la normalización de los niños como participantes de la violencia y de proteger nuestro futuro, lo que significa que los niños deben ser el foco principal de las conversaciones sobre conflicto y paz.

Los Principios de Vancouver sobre la Prevención del Reclutamiento y Uso de Niños Soldados es un instrumento fundamental que pone a los niños en el centro de las iniciativas de mantenimiento de la paz y la seguridad. Entre los diecisiete principios, el Principio 13 (Salud mental) se focaliza en comprender los efectos àºnicos de los dilemas morales que involucran a niños durante un despliegue. El Principio 13 aboga por el apoyo para la investigación, el desarrollo de polà­ticas y el progreso del entrenamiento para preparar mejor a los oficiales de mantenimiento de la paz y a otros actores de seguridad que deben tratar con niños durante sus misiones, asà­ como mejorar los métodos de cuidado de quienes sufren heridas morales posteriores. Esta edición de Allons-y responde la petición de investigación para profundizar nuestra comprensión de los dilemas y heridas morales que se producen durante perà­odos cada vez más difà­ciles.

El trauma mental severo, al igual que un corte profundo o un tumor maligno, puede agravarse y enconarse si no se trata, llevando al sistema completo a un nivel de colapso. Mi lesión comenzó en Ruanda, pero se agravó en Canadá. – Waiting for First Light

La incapacidad de proteger a los niños en el caos de la batalla deja una marca profunda en quienes prestamos servicio, asà­ como en los mismos niños, sus familias y comunidades. La ética de la mayorà­a de las fuerzas armadas se basa en los conceptos de servicio, honor y protección de los más vulnerables. Cuando esa ética se ve fracturada, las consecuencias pueden ser graves e incluso, letales. He compartido mi propia experiencia de trato con niños durante el genocidio en Ruanda y nuestro fracaso colectivo en detener las atrocidades. En mi libro Waiting for First Light (solo en inglés), revelo la profundidad de mi lucha de décadas contra los daños del estrés en operaciones que sufrà­ como resultado de esa misión. Allà­, describo lo espantosos que pueden ser los encuentros directos con niños, pero también, de qué manera el fracaso de las instituciones (tanto civiles como militares) en preparar al personal para los encuentros con niños y en prevenir y cuidar de quienes padecen daños mentales asociados a los dilemas morales durante los despliegues intensifica en gran medida la herida moral.

Usamos el término “desgarrador” para describir el dolor y la angustia, pero no se trata de un desgarro fà­sico que causa aflicción, sino de un desgarro más profundo, que rasga el alma. – Waiting for First Light

En el transcurso de los años, innumerables hombres y mujeres han compartido conmigo su sufrimiento por las consecuencias de los encuentros con niños durante sus misiones de servicio. Ellos me han confiado sus sentimientos de vergüenza, rabia y culpa. Describimos este fenómeno como “caminar heridos”, es decir, continuamos viviendo con lesiones invisibles cuya sanación desatendemos para seguir desempeñando nuestro deber. Recorrer ese camino de sanación en soledad es muy desalentador, especialmente si se trata de lesiones resultantes del servicio. Tenemos una enorme deuda con quienes prestan servicio y se sacrifican por la paz.

Publicado

2023-03-31

Número

Sección

Front Matter